sábado, 11 de abril de 2009


Como la leche caliente después de el fuerte frío. Como el cafe de las dos. Como un cigarro al despertar, o como la manta que te arropa en las noches largas. Como siempre, como mi chubasquero bajo la llubia y como mi cena cuando más hambre tenía. Haciendo de conciencia cuando no la tengo, incluso latiendo por mí. Allí estaba el, con la sonrísa de siempre, con los mismos ojos como diciendome "tus horas sin mí, no han sido nada.", y la mía respondia, "sin ti, no soy". Y si aún quedaba dulzura en este mundo para dar, allí os la presentaba, en forma de persona.
Como todo lo que el ha sido, como todas las cosas que de el se ha llenado mi alma.

1 comentario:

  1. :D me encanta. Te explico. Es un niño que es como si supiera lo que le va a pasar, entonces primero cuenta el entierro y luego dice: " pero no adelantemos acontecimientos" y cuenta su trasplante y como muere, es decir, el principio es el final...espero que te haya kedado claro. un besoo

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